A día de hoy las bombillas led ya son una realidad y sería impensable utilizar bombillas incandescentes en las nuevas instalaciones de iluminación, no solo por las ventajas medioambientales que aporta el uso de bombillas led si no por la ventaja económica que conlleva este tipo de dispositivos.
Sin ir más lejos nos podemos encontrar con varios dispositivos que nos permiten iluminar las carreteras o lugares en los que la instalación de un cable de alimentación supone un desembolso económico muy grande y que nos permite disponer de iluminación allí donde se necesita con tan solo instalar estos dispositivos. El dispositivo del que estamos hablando se trata de farolas led autónomas en las que un pequeño panel fotovoltaico recarga una batería que se utilizará para iluminar la zona en las horas de oscuridad.
El ejemplo ideal en el que se usan estos tipos de dispositivos los tenemos en los desiertos de Chile, por ejemplo, el desierto de Atacama, en donde carreteras de cientos de kilómetros atraviesan zonas y en muchos casos por seguridad es necesario iluminar ciertas zonas de la carretera. Pues bien, el problema se ha resuelto instalando farolas led autónomas que proporcionan la iluminación necesaria durante la noche sin apenas mantenimiento. Sin duda ahora que se ha introducido de formas masiva el uso de bombillas led el futuro de la iluminación de las ciudades será utilizando este tipo de dispositivos que a la vez que ayudan al medio ambiente consiguen reducir la factura de los ayuntamientos aún más.