Los leds infrarrojos (LEDs IR) se presentan hoy en día como una alternativa excelente a la hora de sustituir a la luz convencional en tareas donde necesite ser detectada una radiación, sin necesidad de que ésta se inmiscuya como una distracción o una molestia lumínica.
Cabe explicar que el rango de radiación infrarroja no se encuentra dentro del espectro de luz visible para el ser humano, de ahí que adquiera la propiedad de ser invisible para nosotros. Esta propiedad ha abierto un mundo de posibilidades y continuación expongo una serie de aplicaciones donde podría tener cabida dicha tecnología:
Eliminar cables. En algunas máquinas la necesidad de no hacerlas muy aparatosas con conglomerados de cables ha dado lugar a que cobren importancia en este sector los leds infrarrojos, puesto que éstos pueden transferir la misma información que los cables sin ocupar evidentemente el mismo espacio físico que los cables ya nombrados. Por ejemplo, una de sus aplicaciones más conocidas quizás sea la presencia de un LEDs IR en el extremo del mando a distancia y que gracias a él nos ahorramos muchos paseos a la televisión.
Detección de movimiento. Una de las aplicaciones clásicas para la radiación infrarroja con la diferencia de que ahora el emisor es un dispositivo led. Cabría añadir que existen sensores de movimiento donde han encontrado buenos resultados cuando se han combinado los IR con ultrasonidos. Entre muchas de sus aplicaciones se encuentran:
- Un simple control de la iluminación mediante el movimiento.
- Protección del hogar: advirtiendo de la presencia de alguien, quizás no deseado.
- Ahorro en la factura de la luz y/o el agua: solamente se encendería la luz o vertería agua (en el grifo, ducha, inodoro) en aquellos casos que sea necesario. De este modo se evitan las tan molestas luces encendidas a deshoras y los grifos abiertos.
Telefonía móvil: este sector destaca por su innovación y puesta en marcha de innumerables aplicaciones que convierten a nuestro dispositivo móvil en una herramienta inteligente, útil y necesaria en nuestro día a día. Como ya se hizo en otros móviles ante la necesidad de evitar robos se ha promovido la identificación del usuario a través de características únicas y personales, como ya se hizo con el reconocimiento de la huella dactilar individual. La puesta en escena de los leds infrarrojos permite la identificación del usuario a través de su iris y otras características faciales. El reconocimiento biométrico se ha convertido en una de las aplicaciones más potencialmente rentable para LEDs IR.
Todas estas aplicaciones ya han comenzado a ser utilizadas en muchas instalaciones públicas, industria y la ya comentada telefonía móvil. No es raro ver cada vez más aplicaciones a la tecnología puesto que es un campo de investigación con mucho potencial y sobre el que hay que indagar.